Medios de Comunicación y Bandas Latinas

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE INVESTIGACIÓN SOBRE SEGURIDAD INTERIOR

BANDAS LATINAS

INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL EN EL DESARROLLO DE LA PROBLEMÁTICA.

Este punto es de vital importancia porque el tratamiento que está sufriendo esta problemática por parte de los medios de comunicación social ha hecho que la sociedad tenga un concepto de este conflicto más próximo a la situación de América que a la realidad de España. Se comprueba que prevalece el interés de vender una noticia a la de contar la realidad exacta, haciéndose hincapié en determinados aspectos de los hechos que remarcan el carácter violento de los grupos y el uso generalizado de armas por parte de sus componentes. Para una persona que desconozca la realidad española y que lea asiduamente la prensa, la situación sería más o menos la expresada a continuación: presencia visible de grupos de jóvenes violentos de origen latinoamericano, que usan todo tipo de armas para atacar a grupos rivales y para cometer delitos, que dominan barrios de diferentes ciudades o grandes núcleos de población y que van a los institutos con el objetivo de atemorizar a los alumnos y para reclutar nuevos miembros. Resumiendo, intentan asimilar la situación en España con la del resto de países americanos, que a día de hoy todavía no ha llegado a ese extremo. En ningún momento se hace referencia a las causas que provocan que estos jóvenes vean su integración en las bandas como una salida a sus problemas, directamente se les asocia con la comisión de delitos y con la violencia. Las motivaciones principales, lo que es el porqué de ese comportamiento delictivo no resulta tan atractivo como lo pueden ser las morbosas alusiones a la suma de unos hechos sensacionalistas. Basta simplemente con mirar algunos titulares de prensa para comprobar que el fenómeno se está sobredimensionando, acarreando además otros problemas derivados de esta publicidad gratuita: los propios grupos se sienten halagados de salir en prensa y de que les den una importancia que en realidad no tienen, porque eso refuerza sus estatus en la calle; se consideran más importantes y refuerzan su alianza con el grupo. Como titulares destacados se seleccionan los siguientes: “Desembarco en España de las Bandas latinas. Latin Kings, Ñetas, Maras… La violencia que viene de América.”. (Reportaje -Desembarco en España. Bandas Latinas-. Revista Play Boy de 1 de marzo de 2005). En otro artículo se dice: “son ecuatorianos, colombianos,… y practican la ley del más fuerte a la americana. Ñetas y Latin Kings tienen ya varios muertos a sus espaldas”. (Artículo publicado en El Semanal correspondiente al 20 de febrero de 2005). “Cae una banda juvenil latina que sembraba el terror en el metro”. Posteriormente en ese artículo se menciona que en realidad sólo se les atribuye una acción; que pertenecen a los Latin King, aunque en realidad no hay ningún indicio de que así sea. Textualmente: “las víctimas se adscriben a los Latin King, aunque los agentes no tienen ningún indicio que los relacione con ese grupo, salvo que son latinos, tres de ellos de nacionalidad española”. (Artículo publicado en El Periódico de Catalunya correspondiente al 26 de abril de 2005) que se pertenece a los Latin King, aunque el cuarenta por cierto de ese grupo en particular estaba formado por españoles. “El juicio por la muerte de un joven a manos de bandas violentas empieza hoy en…” (Artículo publicado en El País el 5 de abril de 2005). “Detenidos 5 jóvenes de estética Latin Kings por apuñalar a un menor”. (Artículo publicado en El País el 27 de marzo de 2005). “Los Latin King ya son más de 200 en Barcelona y muchos llevan pistola”. (Artículo publicado en el portal www.democracianacional.org de fecha 14 de diciembre de 2004). Lo curioso del caso es que casi siempre que en prensa se hace referencia a la peligrosidad de estos grupos, normalmente se habla de maras (Salvatrucha, 18, 13, etc.), cuando la realidad indica que la presencia de estos grupos es simplemente simbólica, con algún acto realizado en Barcelona y poco más.

CONCLUSIONES. Las soluciones para erradicar, o al menos para mantener bajo control las bandas latinas, pasan por la adopción de una serie de medidas sociales y policiales que permitan por un lado la adecuada integración de estos jóvenes en la sociedad, tanto laboral como culturalmente, y por otro que eviten la proliferación de estas bandas en nuestro país. En definitiva, aunque la situación en España no alcanza unos niveles de gravedad alarmantes, deben potenciarse las labores preventivas en el orden social sin descuidar aquellas otras de carácter represivo encomendadas a los cuerpos policiales, tendentes a controlar la expansión de estas bandas y a erradicar sus actividades delictivas. El aumento de incidentes entre bandas latinas rivales y el hipotético inicio de enfrentamientos con grupos de extrema derecha, puede hacer que crezca en gran medida la alarma social, lo que podría acarrear graves problemas de convivencia y de seguridad, al crearse espacios diferenciados con cultura y normas diferentes a la del resto de la población. Aunque este conflicto se ha generado en gran parte por una visión a veces errónea y en otras manipulada por los medios de comunicación social, no es menos cierto que de no tomar medidas, el fenómeno podría mutar y convertirse en un serio problema, no tanto social, sino policial, encontrándonos entonces con una situación difícilmente controlable y que requeriría el empleo de métodos coercitivos, alejados de las propuestas que previamente se han recomendado. Como reflexión previa y a modo de capitulación, conviene recordar que España se ha convertido en los últimos años en un país de inmigración. Esto tiene una serie de consecuencias favorables para el dinamismo de la sociedad española, amenazada por los efectos de una natalidad largo tiempo declinante. Pero un cambio social de esta magnitud no podía dejar de producir también problemas. En comparación con el resto de países europeos, la población española mantiene un conjunto de opiniones y actitudes hacia la inmigración que puede considerarse como positiva. Antes de la promulgación de la Ley de Extranjería, los españoles se encontraban en el último lugar en los indicadores que miden el racismo, xenofobia, rechazo a la convivencia con otras culturas o temor a los inmigrantes ya sea como competidores laborales o como eventuales delincuentes.

 

Deja un comentario